Beneficios de la relajación progresiva que no conocías

Las personas con un alto rendimiento deportivo necesitamos también de periodos de relajación muscular intensa. El deporte logra activar nuestro cuerpo de tal manera que en ocasiones sentimos tensión en zonas como la espalda, el cuello, las piernas… En este sentido, la relajación progresiva se ha convertido en un método antiestrés con múltiples beneficios para la combinación mente-cuerpo. Veamos cuáles son.

Qué es la relajación progresiva

La relajación progresiva de Jacobson es una técnica fisiológica orientada hacia el descanso por medio de una relajación muscular intensa. Este método supone un entrenamiento que favorece el reposo de manera realmente efectiva.

Cuando una persona padece estrés inmediatamente se activa la rama simpática de su sistema nervioso autónomo, el cual prepara al individuo para la acción. Es decir, la relajación progresiva es la encargada de activar la rama parasimpática del sistema nervioso autónomo. O lo que es lo mismo, aquella parte que se encarga del descanso después del esfuerzo y del reposo.

Esta técnica consiste en un conjunto de aprendizajes a perfeccionar a medida que se van aplicando. Esto significa que la práctica regular de la relajación progresiva es necesaria para garantizar sus buenos resultados. El tiempo destinado a este método oscila entre los 30 y los 40 minutos durante las dos primeras semanas. Después la persona irá aumentando la duración de los ejercicios 10 minutos.

Cómo practicar correctamente la relajación de Jacobson

Esta técnica requiere de una ambiente tranquilo y silencioso. Busca una habitación o un lugar sin ruidos. Asegúrate de no tener ningún tipo de distracción cerca durante el tiempo que dure la relajación. Adapta la luz sin necesidad de apagarla del todo y busca ropa cómoda. A continuación, sigue estos pasos:

Inhala profundamente y llena tu abdomen de aire. Exhala y deja que tu cuerpo se relaje poco a poco.
Tensa tus músculos. Aprieta los puños, los brazos, las piernas, los pectorales… Mantén la tensión durante 7 segundos para después relajarlos.
Arruga la frente, la cara, los labios, aprieta tu mandíbula, mueve el cuello a un lado y a otro, así durante otros 7 segundos y afloja. Siente la relajación.
Ahora céntrate en la zona de la espalda. Arquéala y muévela para tensarla durante 7 segundos y nota la relajación pasado ese tiempo.
Pasamos a la zona del abdomen. Respira profundamente y deja que se hinche todo lo posible. Aguanta durante 7 segundos y expira lentamente todo el aire de su interior.
Finalmente, pasamos a la parte inferior del cuerpo. Estila los pies, tensa los glúteos y piernas, estira las pantorrillas y de nuevo aguanta la tensión durante 7 segundos. Pasado este tiempo siente la relajación.

La relajación progresiva es un entrenamiento que consiste en tensar los 16 grupos musculares durante las dos primeras semanas. Después el tiempo de relajación se acorta hasta que el cuerpo aprende a relajarse sin una tensión previa. A partir de entonces, la relajación de Jacobson solo se aplica a situaciones que generen estrés o ansiedad de manera progresiva.

Beneficios de la relajación progresiva

El objetivo principal de este método de relajación es controlar las situaciones que nos generan estrés o ansiedad de manera que podamos descansar mucho mejor. La relajación progresiva de Jacobson aporta los siguientes beneficios físicos y mentales:

Se relaja la musculatura voluntaria para alcanzar un estado profundo de calma interior que reduce los estados de estrés y ansiedad.
Mejora la calidad del sueño.
El reposo se convierte en un proceso mucho más efectivo para la recuperación muscular.
Permite el autocontrol.
Mayor claridad mental y capacidad de concentración.
Mejor tolerancia a la frustración.
Mejora el rendimiento físico y mental.
Reduce la fatiga y el cansancio.
Facilita un estado de bienestar general al organismo.
Aumenta la autoestima.
Optimiza la función de las ondas cerebrales.
Regula el ritmo de la respiración.
Favorece la calma y la vitalidad.
Fomenta el auto conocimiento.
Elimina las tensiones cotidianas.

Si quieres empezar a disfrutar de los beneficios de la relajación progresiva de Jacobson, puedes hacerlo en tres posturas diferentes: sentado en una butaca y con los pies apoyados en el suelo, tumbado sobre una superficie dura con la cabeza un poco elevada o sentado en una silla con tu cuerpo inclinado hacia adelante, los brazos sobre las piernas y la cabeza sobre el pecho.

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